Alternativas a la educación tradicional

Publicado el septiembre 16, 2013Categoría: Artículos, BlogEtiquetas: , 8,2 minutos de lectura

Mi hijo mayor estuvo escolarizado por varios años. A él le iba muy bien en su escuela, era muy «buen alumno», era muy sociable, no tenía problemas con otros niños. Pero había pequeños detalles que no me gustaban, así que empecé a investigar sobre las diferentes opciones. En un principio pensé que posiblemente al cambiarle de colegio los pequeños detalles que me molestaban se acabarían. Pero al leer más, e investigar más, me di cuenta de que esos pequeños detalles eran en verdad grandes e importantes aspectos que podrían marcar la vida de mi hijo, y que no era un problema del colegio al que él asistía, sino un problema del sistema escolar tradicional. Esos gigantes y profundos problemas incluían una obediencia ciega a la autoridad, un sistema donde la competencia imperadonde el callar se premia (incluso si eso significa no decir o hacer nada si ve a un niño en problemas), ser casi un número en una gran masa de estudiantes, una autoestima que se va derrumbando poco a poco y el mínimo tiempo que se tiene para pasar en familia. Entonces me asusté porque pensé que simplemente, tanto él, como yo, tendríamos que acostumbrarnos a esos problemas porque no habían otras opciones.

Al seguir leyendo más, navegar en el internet y encontrar algunos blogs, por fin me di cuenta que sí existían muchas opciones de las que yo ni siquiera sabía o había oído. En algunos libros leí relatos de familias que pasaron por lo que pasaba y en situaciones mucho más complicadas, pero que tomaron la decisión de simplemente mejorar sus vidas al cambiar la educación de sus hijos.

He agrupado en tres grandes secciones a los tipos de educación, he tratado de simplificar algo tan complejo, pero nos puede servir para comprender mejor y en un futuro podremos ir hablando más en detalle de cada uno. Estas son:

1. La escuela tradicional

2. Escuelas alternativas

3. Homeschooling o educación en casa

Educación tradicional

Primero quisiera contarte lo que para mí es la escuela tradicional:

  • Clases de más de 15 alumnos. Un número total de alumnos en la escuela que hace que no puedas saber los nombres de todos.
  • Las clases están separadas por edades o grados.
  • Un timbre o sirena que indica que se acaba una clase y comienza la siguiente.
  • Reglas sobre cómo hablar, cuándo hablar, con quién hablar, dónde correr, cuándo ir al baño, qué ropa usar, cuándo comer, cuándo tomar agua, cuándo opinar, y en muchos casos qué opinar.
  • Se usa generalmente una metodología para enseñar a todos los niños y niñas.
  • Asistencia obligatoria.
  • La mayor parte del día los alumnos están dentro del salón de clase.
  • Espacios verdes reducidos.
  • Autoridad representada por los maestros, maestras, autoridades del colegio quienes establecen las reglas del plantel.
  • Sistema de evaluaciones que promueve la competencia entre alumnos.
  • Profesores conocedores de la verdad que imparten esta verdad a sus alumnos.
  • Muy corto tiempo para una sana socialización (recreos)
  • Profesores presionados en hacer reportes y evaluaciones.
  • Profesores que promueven la competencia al entregar premios y recompensas a los «mejores» alumnos.
  • Currículo poco flexible elaborado por el estado o la misma escuela sin participación (opinión) de profesores, padres y/o alumnos.
  • Educación cuyo único fin es lograr que los estudiantes se gradúen y puedan entrar en la universidad.
  • Estudiantes con poco tiempo libre debido a las tareas que deben hacer después de la escuela.
  • Sistema que promueve que los padres estén poco involucrados con la educación de sus hijos.

 

Es decir, que si una escuela cumple con los puntos anteriores (o la mayoría de ellos), en mi opinión, yo me atrevería a decir, con seguridad, que se trata de una escuela tradicional. Incluso he visto escuelas que dicen ser «alternativas» pero al mirar un poco más me he dado cuenta que son también escuelas tradicionales.

Dentro de la educación tradicional existen diferentes modalidades que también vale la pena revisar. En la modalidad presencial los niños y niñas deben asistir obligatoriamente de lunes a viernes por los meses establecidos por las horas asignadas. Esta sería para mí la escuela tradicional propiamente dicha, ya que existe una obligatoriedad por ir a la escuela. Por varias razones que hablé antes está lejos de ser la ideal, para mí ese sistema es totalmente obsoleto.

En la modalidad semi-presencial los alumnos asisten algunos días dependiendo de la institución. En general, todos los países tienen algún sistema, incluso dentro del sistema público, con esta modalidad sobretodo cuando los estudiantes son mayores. En la modalidad a distancia los alumnos estudian sin tener que asistir a la institución, aunque muchas veces tienen que asistir a evaluaciones. En las dos modalidades anteriores, si se continúa con el sistema de currículo poco flexible, se hace mucho énfasis en las evaluaciones y no hay una plataforma que permita la interacción del estudiante para opinar, debatir, y proponer, me parecen igual de obsoletas que la modalidad presencial. Sin embargo sé que muchos estudiantes que han estudiado en la modalidad a distancia han tenido la oportunidad de hacer lo que les apasiona al tener más tiempo disponible. Una buena amiga salió del colegio y estudió a distancia para dedicarse a su música y llegó a ser directora de orquesta y adora lo que hace. Otro caso que conozco es de una chica apasionada por el golf que estudió a distancia para dedicarse a su pasión.

Escuelas alternativas

Otra opción son las escuelas alternativas. Muchas de ellas tienen un currículo mucho más flexible, los niños y niñas no están agrupados por edades, algunas ni siquiera tienen evaluaciones, incluso hay escuelas alternativas que permiten que los estudiantes ingresen solo a las clases que les interesan, se practica la democracia al ser los mismo estudiantes junto con los adultos que crean, modifican y proponen las reglas; en algunas los padres están muy involucrados con lo que ocurre en la escuela. Las hay de todo tipo. Algunas proponen metodologías como Montessori, Waldorf (de las que también hablaremos más en detalle en el futuro). Existen escuelas alternativas en nuestros países latinoamericanos, si no conoces cuáles hay en tu país prueba buscando en internet las siguientes frases seguidas del nombre de tu país «escuela alternativa» o «escuela democrática» o «escuela libre». Otra opción es revisar el mapa de la organización REEVO que intenta recopilar las diferentes propuestas de alternativas a la educación en Iberoámerica. Más información AQUÍ.

Escuela en casa o homeschooling

La primera vez que oí sobre el término «homeschooling» me encontraba trabajando como guía de turismo en las Islas Galápagos en Ecuador. Trabajé por muchos años con todo tipo de familias, generalmente de los Estados Unidos. Estábamos en un bote y la familia estaba conformada por 2 niños y 2 niñas con edades desde los 5 a los 12 años. Les hice la trillada pregunta de «en qué año están en la escuela» y la respuesta fue: «no vamos a la escuela, hacemos homeschooling; este año nos ha interesado estudiar sobre evolución así que decidimos venir a las Islas Galápagos». ¡Guau! me sonó espectacular, y también pensé: que suerte que tienen en otros países donde se puede estudiar de esa forma, y qué suerte tienen estos niños porque sus padres pueden darse el lujo de hacer este viaje. Con los años aprendí que sí se puede hacer educación en casa o «homeschooling» en nuestros países y que no se necesita tener mucho dinero para hacerlo.

El homeschooling o educación en casa es una modalidad de educación que ocurre fuera del ambiente escolar. Existe una infinidad de formas de hacer educación en casa, lo cual me gusta porque se acopla a cada familia. Existen familias que educan a sus hijos en casa usando el mismo currículo del sistema educativo de sus países y tienen horarios y evaluaciones. Otras familias hacen una combinación con partes del currículo y estudios libres siguiendo los intereses de sus hijos e hijas. Y existen también familias que usan currículos emergentes, que consiste en crear el currículo de acuerdo a lo que le interese al niño y de ese interés salen las otras áreas de estudio. Otras familias utilizan metodologías como la de Charlotte Mason, Montessori, Waldorf, y/o una combinación de todas estas. También hay familias que practican el «Unschooling», que sigue exclusivamente los intereses del niño, es un aprendizaje no estructurado, se respeta el ritmo del niño, y los padres son solo facilitadores del proceso sin hacer propuestas formativas o académicas.

La propuesta de educación en casa es tan interesante y compleja que hablaremos exclusivamente de esta modalidad en una de las siguientes semanas.

Así que ¿no hay alternativas a la educación tradicional? ¡NO ES CIERTO! Hay muchas alternativas, solo es cuestión de investigar, leer mucho y tomar la decisión correcta. A mí me tomó casi un año para investigar y tomar la decisión, no debe ser una decisión alocada, tienes que estar convencido/a para tomar una decisión de este tipo, que puede significar un cambio radical en la vida en familia y en un futuro brillante y mágico para tus hijos e hijas. ¡Atrévete!